Si vendes algo, supongamos cualquier cosa, y usas plataformas como Amazon, Market Place, Aliexpress, MercadoLibre, etc., es altamente probable que lo que viene a continuación te interese.
Hay un dicho oriental muy antiguo que dice más o menos así:
“Antes de casarte hay que mirar con tres ojos. Después de haberte casado, hay que mirar con uno solo y medio cerrado”.
Pues con esas plataformas de ventas online mejor no casarse, y mirar siempre con 29 ojos, todos bien abiertos, sin parpadear nunca.
En seguida te digo por qué.
Hace unos días estaba en la feria del libro de Madrid, de pie, en la fila, esperando mi turno, mientras el mejor copywriter de habla hispana de todos los tiempos firmaba libros.
Y escucho una conversación tremenda.
Justo adelante de mí, un chico, le contó esto a una chica, casi textual, copio y pego de mi memoria:
«Fernando me contó que tiene un amigo con una empresa que vende herramientas de jardinería.
Vende en Market Place, Amazon y todas esas plataformas, y vende muy bien, factura 20 mil € al mes.
El problema es que gente como Amazon, y Market Place también, te ponen una condición para armar tu tienda en ‘su tienda’,
¿y sabes cuál es?: tienes que decirles cuáles son tus proveedores.
Te lo camuflan como si fuera una cuestión de seguridad y legalidad, pero en realidad es para otra cosa.
Una vez que Amazon vio el filón del negocio de las herramientas de jardinería, empezó a mostrar menos las publicaciones de la empresa de Fernando, y posicionó las suyas arriba del todo, las propias de Amazon, que vende los mismos productos de Fernando, para que la gente los viera primero.
¿Y sabes Amazon dónde compra las herramientas de jardinería?
Exacto, de los mismos proveedores de Fernando, que pasó de facturar 20 mil € al mes a 2000 € al mes».
¿Tremendo, no?
De 20 mil € a 2 mil € de un mes al otro, sin previo aviso y solo dejando que el algoritmo de turno hiciera el trabajo por el cual ha sido diseñado:
poner palos en las ruedas y cerrar caminos a la competencia.
Uno cree estar usando esas plataformas, y en realidad son ellas que nos “usan” a nosotros.
Ahora yo digo:
¿Qué hubiera pasado si Fernando hubiera tenido un negocio menos frágil, menos supeditado a las reglas y el algoritmo de otros?
¿Qué hubiera pasado si Fernando hubiera tenido su propia página web diseñada para vender?
¿Qué hubiera pasado si Fernando hubiera tenido los contactos de sus clientes?
Distintas preguntas, una misma respuesta:
Hubiera seguido ganando 20 mil € al mes
¿Crees que Amazon, y demás plataformas, implementan esos procedimientos engañosos solo con la gente que se llama Fernando y que vende herramientas de jardinería?
Espero que no lo creas.
Yo me ocupo de esto:
Te armo una web, o te la arreglo, para que tenga como objetivo principal vender.
Te escribo los textos, para que tu web sea imposible de ignorar.
Te escribo una secuencia de mail para que tú potenciales clientes se vuelvan clientes antes de que se le ocurra visitar una de esas plataformas.
Si te interesa,
Ya sabes…