“Qué curiosos son los titulares de tus mails. De hecho tus mails los encuentros siempre en la bandeja de entrada: ¿cómo haces?”
Oqquei.
Es una buena pregunta.
Me la hizo Elena, la responsable de una empresa teatral madrileña de larguísima trayectoria.
Le respondí la verdad.
Esto: “Escucho a los demás y hago otra cosa”.
Mientas casi todos están dando voces en las redes sociales,
haciéndose selfi para buscar clientes,
poniéndose filtros de bigotes,
repartiendo corazoncitos,
trabajando gratis para el negocio de otro,
yo estoy en la bandeja de entrada de los potenciales clientes.
Ojo: la bandeja de entrada, no Spam.
Ojo2: mis potenciales clientes, y los potenciales clientes de mis potenciales clientes, claro.
¿Lo pillas, no?
Entiendo que no es fácil de aceptar (hablo de los filtros con bigote),
Entiendo que no es fácil desapegarse de estos grandes instrumentos de anti-ventas (hablo de las selfis que solo transmiten necesidad de ser mirados)
Entiendo que no es fácil comprender que para ciertas plataformas el producto eres tú (hablo de todas las plataformas que no son tuyas)
Pero… ¿Qué le vamos a hacer?
Los negocios (online) son como el arte:
Son para todos, pero no todos los pueden monetizar.
La vida misma.
Ahora bien (o mal, depende)
Tu decides de qué parte estás o quieres estar.
Si te interesa,
ya sabes…