Ciao ragazzi,
Si eres empleado, o funcionario, y lo tienes todo resuelto, o una buena parte, quizás esto no te interese.
El otro día, quiero decir 40 años atrás, fue mi primer día de jardín y fue una catástrofe.
Lloré todo el tiempo.
Cuando mi madre vino a buscarme, me encontró llorando, tal cual me había dejado…. llorando.
Vaya día tirado a la basura, llorando todo el día.
La maestra, muy apenada, dijo: “Señora, Mirko lloró todo el tiempo”
Mi madre: “¿Qué pasó, estás bien?”
Y yo, llorando: “Mamá, aquí son todos blancos”.
Mi madre tenía una amiga hermana del corazón, que era negra, de Zaire. Y yo había crecido con sus hijos que eran negros.
Entonces estaba acostumbrado a todos esos labios de blues.
Entonces no estaba acostumbrado a todos esos deditos blancos.
Entonces me chocó, porque lo normal, para mí, era lo negro.
Entonces, ¿qué es lo normal?
Entonces qué sé yo, si tenía tres años y lloraba como un niño de
tres años, porque ahí eran todos escandalosamente blancos, y ni un negro ni pagando.
Entonces fue una catástrofe y lloré.
Entonces tuve que aprender que hay negro y que hay blanco, y que no hay negro si no hay blanco, y cosas así.
Entonces, ¿qué tiene que ver todo esto aquí, ahora en este mail?
Pues que si no eres empleado, o funcionario, y no lo tienes todo resuelto, o una buena parte, y tienes una actividad propia, es muy importante lidiar con esto del negro y del blanco.
Porque hay épocas que son negras.
Y otras que son blancas.
Y no quiero decir que las negras sean malas, porque para mi eran las buenas.
Y otras que son en blanco y negro, que no es gris, ojo.
Y esto es así desde antes de Google y la pizza con piña.
Esto es así desde cuando las personas se encuentran y se tocan, y rozan, y chocan, y luego a lo mejor se olvidan.
Ahora bien, o mal (depende):
Hay una manera de que los demás no te olviden, ni a ti, ni a tu actividad, ni lo que vendes.
Una manera, la mejor: ser emocionante e interesante.
Lo que vendes tiene que ser eso: emocionante e interesante.
Y si quieres saber más, ya sabes: