Ciao ragazzi,
Jerry Della Femina cuenta una anécdota extraordinaria.
Si vives en este planeta desde por lo menos 18 años sin interrupciones, quizás te interese.
Johnson & Johnson había inventado un tremendo antiséptico para cortes de piel: no te hacía gritar de dolor cuando te lo aplicabas.
Hicieron un test y nadie pidió la pomada una segunda vez.
Mmmmmm… raro.
Nadie entendía qué era lo que no funcionaba; sin embargo, esa pomada era casi un milagro.
Empezaron una investigación de esas de millones de dólares malditos, y descubrieron que las personas necesitaban, te lo repito: NECESITABAN, sentir el dolor para aceptar la curación.
Tenían que percibir esa sensación de picor.
¿Y qué era lo que no funcionaba en la pomada milagrosa?
¡Obviamente, no era una pomada buena, porque no picaba!
No importaba que el corte se curara: el problema era que no picaba.
Después de una breve reflexión, estilo «la neurociencia aún está en pañales», los de Johnson & Johnson añadieron un poco de alcohol en la fórmula de la pomada, para dar una ligera sensación de picor.
Las ventas se dispararon.
Las personas necesitaban sufrir. Es lo que hay.
Todos eran convencidos que para estar mejor es necesario sufrir.
Imagina el copywriter de esa campaña: horas y horas sentado a rasguñarse el cerebro para comunicar al público que la pomada no picaba, para luego descubrir que lo único que quería el público era que picara.
Jajajajajajajajajajaa….. jajajajajajajajajajajaaa……..
Ahora bien, o mal (depende)
¿Vendes algo?
Supongamos cualquier cosa o servicio, o quizás tu tiempo o conocimientos,
¿Quieres saber cómo aplicar todo esto a lo tuyo?
Ya sabes…