Un fabricante de zapatos envió a sus dos mejores vendedores al extranjero para explorar nuevas oportunidades de negocio.
A los pocos días, recibieron el telegrama del primer vendedor:
«Ninguna posibilidad.
STOP.
Nadie lleva zapatos.
STOP.»
Poco después, llegó desde otro país el telegrama del segundo vendedor:
«Magnífica oportunidad.
STOP.
Nadie lleva zapatos.
STOP»
Si te interesa saber más, ya sabes…